La realidad virtual está de moda. Parece ser que hemos llegado a uno de los avances más futuristas de las novelas de ciencia ficción. Y es que con la realidad virtual se pueden extender muchas de las aplicaciones tecnológicas que hasta ahora quedaban encerradas en una pantalla de ordenador.
Pero ¿qué es la realidad virtual?
Pues se puede decir que la realidad virtual es un entorno digital generado por ordenador en sustitución al entorno real, y que nos permite desarrollar un modo de interacción que en la vida real resultaría imposible.
¿Quién no ha querido nunca viajar a la luna? ¿O saltar en paracaidas sin salir de casa? ¿O jugar a un videojuego en primera persona como si estuvieramos en la piel de nuestro personaje?
Existen muchas herramientas que nos permiten introducirnos en un mundo virtual; pero suelen ser demasiado caros. Aunque existe una alternativa para montar nuestras propias gafas de realidad Virtual. Éstas son las Google Cardboard. Las Google Cardboard son un recortable de cartón muy fácil de montar y con la ayuda de un móvil podemos ver a través de ellas como si estuvieramos en un entorno diferente.
Para montarlo necesitaremos solamente…
- Descargar e imprimir el recortable de Google CardBoard
- Tijeras o cutter
- Goma elástica
- Velcro (con pega en el reverso)
- 2 lentes de efecto lupa
- Dos imanes
Una vez montadas debemos introducir el móvil en su interior y podemos descargarnos distintas aplicaciones que generan dos imágenes ligeramente separadas, una para cada ojo y que nos proporcionarán un modo de profundidad en 3D y todos los videos de Youtube que tienen un modo de visión en 360º también nos permiten este modo de uso.
Y aquí es dónde empieza nuestra aventura. Desde este momento las posibilidades son infinitas. No podemos sumergir en distintos mundos y épocas, realizar juegos y descubrir cosas desconocidas más allá del mundo real.
Pero vamos a extender este concepto un poco más allá…
El efecto Droste
El efecto Droste es un modo recursivo en el que una misma imagen se encuentra dentro de otra; de tal manera que si vamos acercándonos y extendiendo el tamaño de esta imagen, podemos sumergirnos en un infinito que se repite una y otra vez.
Muchos artistas han creado obras basadas en este concepto para poder sumergir a sus espectadores en un mundo imaginativo en el que se aprecia de forma extendida una magnitud diferente de expresión artística.
Éste es el caso de M.C. Escher, cuyas obras siempre juegan con mundos solo posibles en nuestra imaginación. Y es que estos mundos de alguna manera poseen una mezcla entre abstracción y matemática.
Pero… Qué tiene que ver el efecto Droste con la realidad virtual.
Bien, pues si antes la única forma de expresar este concepto era a través de una imagen… Ahora podemos hacerlo a través de un video recursivo en un entorno en el que se mezcla el pasado, el presente y el futuro. Y si lo mezclamos con nuestras Google CardBoard, nos sumergiremos en un mundo nuevo.
Ahora solo nos quedaría hacer un video selfie en 360º y a jugar. 🙂